Ha estado muy Ixel
buena narración.
No creo que hubiera habido problemas en que lo continuases tú, ya os dije que os contaba todo lo ocurrido con el hombre.
Continuo:
Un grito tenaz y poderoso llamó firme a la criatura que nos tenía acorralados en el pequeño islote donde pretendiamos hacer frente.
Rómulus, aquella araña gigante, hizo caso a la voz del humano que desde el fondo la llamaba, retrocedió hasta la pared norte de la caverna y fijó sus ojos como anclas vigilantes sobre nosotros.
-¿Quienes sois?- pronunció aquel humano de aspecto mayor pero robusto que portaba una extraña arma que no dejaba de tender hacia nuestra dirección.
-¡Somos buscadores de aventuras que necesitan descansar y salir de la isla!- dijimos.
-Venid ! acercaos, que podamos hablar. Rómulus, vigila, que no hagan nada extraño- La bestia no quitaba su mirada de nuestros movimientos.
Nos acercamos, Hor-Dulkar llevado por Shaard se acercaron seguidos de Sêdinel.
Aquel hombre muy suspicaz y desconfiado de nosotros nos dejó pasar a lo que parecia su lugar de trabajo, siempre alerta y sin dejar de apuntarnos dejó ver una amplia sala, llena de alambiques y botellas, el suelo de madera hacía del lugar aparentemente húmedo un sitio acojedor, un aire seco y lleno de aromas invadian nuestros pulmones acostumbrados desde hace días a gases tóxicos, sangre y la sofocante humedad de la jungla tropical. Romero, jazmín, y todo tipo de relajantes y aromáticos olores nos dejaban abandonar la maldita isla para llevarnos a los bazares de la civilación más exquisita... por un momento pareció irreal estar en la isla. -¿Qué buscais aquí?- nos llevó al presente la inquisidora pregunta.
-Soy Sêdinel, y viajo con mis compañeros, de los cuales ahora están aquí: Hor-Dulkar, y Shaard- dijo el elfo señalando por orden.
-MMmmm ya, ya, el gigante que tenga cuidado, no me gusta su aspecto, aunque tampoco me gustais vosotros dos, mi nombre es Owen vivo y trabajo aquí-
Todas la paredes recubiertas de largas y profundas estanterias alvergaban botellitas, unas vacias, pero la mayoria llevas de líquidos más o menos espesos, verdes, azules, moradas... negras, un colorido mosaico que de alguna u otra forma daba a aquel lugar alegría.
-Llevamos en la isla dos meses o más, estamos cansados y exaustos y buscábamos un lugar donde descansar tranquilos al refugio de las bestias del exterior o una manera de volver a las costas, no pretendemos nada más, nos alegra encontrar después de mucho tiempo alguien con quien hablar tranquilamente sin tener que acechar a nuestro alrrededor-
-No me fio, sois extraños, mejor será que os largueis, soy quien guarda el tesoro de los piratas, y me gustaría mejor veros muertos.-
...después de la charla y sin perdernos de vista receloso de nuestros movimientos le convencimos para que nos permitiera dormir en la cueva, en el islote bajo la atenta mirada de la araña, pero bajo palabra de que no intentariamos nada.
...y descansamos
Ya temprano fuimos despertados por su potente y estruendosa voz al resonar en aquel lugar. Pero quisimos hablar de nuevo con él, esta vez para preguntarle más directamente y contando con nuestra buena voluntad, pero sólo Sêdinel fue de nuevo a la gran caverna lugar de trabajo de aquel hombre, Shaard y Hor-Dulkar permanecieron en el islote.
Le contamos a lo que vinimos, pero no sabia nada del unicornio, es más, dijo algo interesante:
"Esa bestia de la que hablais, si no está igual es porque se la ha comido el señor de la isla... el dragón rojo dueño de ella"
...mal royito.
También le preguntamos por las construcción de piedra con inscripciones, parece que era donde los nativos hacian sus rituales y magia, pero actualmente está avandonada o al menos no la usan, nada más sabia, pues no sale al exterior y mucho menos a la superficie de la isla.
Sobre la parte Este de la isla, una gran jungla, más espesa aún que la parte que conocemos, es peligrosa, dijo que mejor no pisarla ya que era donde habita quien una vez fue su discípulo.
También fué preguntado sobre la forma de salir...
-¿Sabes Owen manera alguna de avandonar la isla y regresar a las costas?-
-Sí, quizás se me ocurre alguna, ...
, ... pero acambio..., necesitaria por vuestra parte un favor.-
-¿En qué consistiría ese favor?-
-Existe una piedra, una piedra con forma de lengua, es la que necesito, si me la traeis os conseguiré una forma de volver a las costas-
-¿dónde se encuentra esa piedra o como podemos llegar a ella?
-¿Está en el interior del volcán?
Un cúmulo de pensamientos ahogados pasaron por la mente del elfo, el unicornio, el puente, el calor sofocante, los gases vapores de muerte, Maguerris, los 'Cuernos Oscuros', Leik, las trampas, Jaret...
-¿Sabes Owen cómo llegar a ella?
-No
, sólo sé que está en su interior, cuando la veais sabreis cual es- A cambio os dejaré coger un objeto de los piratas, el que querais... pero sólo uno.-
Siempre atento a los movimientos del elfo y sin dejar de apuntar, el hombre se mostraba frío.
-Tendré que hablarlo con mis compañeros, es una decisión que no puedo tomar sólo-
-Está bien elfo-
La idea de volver al volcan no era grata, muchas cosas habian quedado en aquel lugar de muerte y dolor, ... pero se tenía que hablar.
Shaard estaba obsesionado con los nativos y el chamán: -Shamán, encontrar. Aunto pendiente, necesito llegar poblado.-
Después de hablar y rehablar tomamos la decisión de ir a por esa maldita lengua pétrea, casi sin ganas aceptamos con la esperanza de encontrar en esa búsqueda al unicornio y no regresar con las manos vacías... al fín y al cabo, aún estábamos aquí y sin manera de salir, no había nada que perder.
Owen esperaba atento desde la entrada a su caberna, así que desde el islote le hicimos saber sobre la decisión, iríamos.
A una orden de Owen, la araña que había permanecido al fondo de la caverna se apartó y una luz asomó al exterior, algo inmenso brillaba allá bajo el agua.
-Podeis coger lo que querais, pero una sóla cosa.-
Nos sumergimos y vimos un tesoro, una inconmensurable cantidad de leones de oro, monedas de plata, tricoronas, joyas, diademas y coronas de reyes, eran testigo del poder y la riqueza de aquellos piratas que confiaban en el hombre con el que habiamos hablado. Pero de entre todas esas cosas, fue sólo una la que cogimos tal y como Owen nos había permitido. Una inmensa hacha, enorme y gigantesca fue la que llamó la atención de la compañia, con bastante trabajo fue sacada, ya que estaba casi enterrada en aquel tesoro, y su peso hacía imposible llevarla, fue Shaard quien con su fuerza pudo alzarla.
Tras un nuevo intercambio de palabras con Owen, y su entrega a nosotros de un pequeño recipiente con un líquido nos dispusimos a marcharnos, y Hor-Dulkar haciendo alarde de su honrrosa palabra dijo a Owen que volveriamos con la lengua de piedra o a devolverle el hacha si no lo encontrábamos, y así salimos de la caverna para regresar a la superficie, para volver al volcan y a enfrentarnos a los peligros mortales que nos aguardan.
Esta vez, con la experiencia de Hor-Dulkar y Shaard en el pantano resolvimos bordear la zona pantanosa, y así nos dirijimos al oeste, acercándonos a las montañas de los nativos para luego poner rumbo sur e ir dirección al volcán.
Sin pistas del unicornio, sin saber cómo llegar a la piedra que buscamos y sin nada que perder pusimos nuestros pasos al servicio de nuestro corazón y la aventura.
No recuerdo el nombre del discípulo de Owen, nos lo podrias decir Rafa?