En principio comentar que hay dos nuevas incorporaciones:
- Ixel y Dani
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Ahora voy a hacer un pequeño resumen narrativo de lo acontecido en la sesión: Sêdinel es finalmente rescatado de las sauces de una tribu de nativos negros con bastante mala leche, de hecho, con leche envenanada. El grupo intervino con la mayor contundencia posible, con la intención (al menos por la parte que me toca), de llamar la atención e interrumpir así el pucherito que iban a cocinar con la piel de Sêdinel. El viejo Maguerish invocó un gran águila, quien a pesar de ciertos serbatanazos consiguió huir con un desnudado elfo explorador entre sus garras.
Mientras tranto, el trío formado por Hor-Dulkar, Jaret y Quarion avanzaba en carga hacia el frente; y corriendo en la dirección opuesta, iban una avanzadilla de estos salvajes que inesperadamente y sin venir a cuento, se dieron la vuelta en carrera volviendo así a sus empalizadas, desde las cuales comenzaron a organizarse para tendernos una emboscada a base de arco y serbatana.
Gracias a las evidentes sospechas y a los gritos de Sêdinel desde el cielo, decidimos volver y salir del alcance. Entre tanto, cabe decir, que el enano guerrero se había quedado algo atrasado, llegando a deducir que era mejor darse la vuelta porque no conseguiría superar la empalizada.
Con no muchas dificultades, Jaret y Quarion regresaban poco a poco tras el gran escudo del paladín; lanzando Jaret algún virotazo de vez en cuando, lo cual le hacía vulnerable y por lo que en consecuencia recibió más de un dardazo venenoso que le debilitó considerablemente. Demostrando su terquedad decidió seguir disparando sin llegar a pensar que podría caer en redondo y complicar así las cosas para la huida. Es por esta razón por la que Quarion le quito la ballesta de un tirón aprovechando la ínfima fuerza del pícaro para evitar así que este volviera a salir de la cobertura del escudo.
Puestos a cubierto, y después de dar la bienvenida a nuestro desnudo compañero, la exploradora que "guíaba" al grupo hacia el objetivo, marcaba un ritmo apenas alcanzable.
Una vez adentrados en la calurosa selva, no había pasado demasiado tiempo cuando la compañía se percató de que estaban siendo vigilados, y no solo por un pequeño contemplador al que la exploradora acertó de un flechazo, sino también por dos individuos que parecían compartir el objetivo del grupo, y que según alegaron, habían perdido al suyo un par de días atrás. La pura realidad, era que a la compañía no le sobraban manos, así que no vino mal la incorporación de los dos humanos, uno con pinta de guerrero salvaje y el otro con cara de bobo.
Hor-Dulkar y Quarion lideraban la formación después de la exploradora, quien iba unas decenas de metros por delante. De repente, un paso en falso sorprendió a los guerreros mostrando ante ellos un gran agujero del que Quarion no consiguió salvarse. Sin embargo, con la ayuda de uno de sus compañeros, Hor-Dulkar sí consiguió esquivar la trampa.
Pocos segundos después de caer y tras un primer intento de salir de allí, Quarion notó un temblor en la tierra que no le gustó demasiado, en un instante, brotó del suelo una gran criatura con cierto símil a los ankheg con los que se habían enfrentado una vez.
Este combate fue, cuanto menos, pasivo (xD) dado que ni el monstruó logró dañar al paladín, ni el paladín al monstruo. La bestia cayó gracias al grupo, que hizo lo que pudo, como saltar al lomo de la criatura y herirla desde ahí y dañarla también a base de piedra(xD). (A destacar la gran actuación el enano y del nuevo humano guerrero.)
Después de volver al nivel del mar e ignorar las chulescas mofas de la malvada exploradora, el grupo continuó su camino, topándose de nuevo, no mucho más tarde, con otra criatura de parecidas características, a la que abatieron sin demasiado esfuerzo.
Poco antes de buscar un lugar para descansar, comenzó a llover, la noche se acercaba y era conveniente dormir un poco. Durante los preparativos de la acampada, Jaret y la exploradora desaparecieron de vista, y sin echarle demasiada cuenta, los demás siguieron a lo suyo intentando protegerse de la fría lluvia, que apretaba cada vez más...
Y entonces se escuchó. El resonar de la lluvia no evitó a nadie poder distinguir la oscura voz de Jaret a grito descomunal:
- ¡¡¡EL UNICORNIO, ES EL UNICORNIO, VIENE HACIA AQUÍ!!!
A más de uno con el corazón en la mano, le costó asimilar lo que sucedía. Jaret venía corriendo con cara de haber visto una garra de la Tarasca. De repente, recuperaron la cordura y comenzaron a moverse, la organización debía ser rápida y certera, Quarión se ofreció a ser el cebo, mientras el resto se escondía para emboscar al animal y atacarle por sus flancos.
Es la oportunidad, su objetivo se dirige hacia ellos, hay que hacerlo sin fallar, es AHORA O NUNCA.
FIN
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Vamos ahora con algunos comentarios, xD:
Bueno, no es un buen relato, pero es que he empezado a escribir esto a eso de las 3 de la madrugada, he intentado esforzarme, seguramente me dejo muchas cosas en el tintero, pero bueno, algo es algo, espero que al menos, sea un poco entretenido.
¡¡¡A por el unicornio!!!, jeje. Me gusta muchísimo la escena en la que se ha terminado la sesión, me la imagino y la verdad, mola una docena de Huevos.
Al narrarlo como un pequeño relato no he comentado algunos aspectos graciosos, como por ejemplo la insistencia del dado de Ixel de sacar 20 en la iniciativa, o mi pésima suerte con los dados en la sesión en general... o el disgusto de Hor- Dulkar por no haber conseguir salir heroico salvando a Sêdinel... xDDD
No se muy bien porqué, pero tampoco he escrito sobre la cornada del unicornio a la exploradora, ni como cuando esta, suplicándole ayuda a Jaret, recibe como respuesta:
- Muere perra!!!!!
JAJAJAJAJA, eso fue genial, sin duda desde luego me quedo con ese momento en la partida. El carma de Jaret subió para mí, xDDD.
Como ya he dicho, seguramente me deje algo en el tintero, ya sabeis!! ayudadme!!
Un abrazo!!