Mi peculiar narración de lo acontecido en la sesión del pasado sábado (ayer). Recomiendo que lo leáis con ganas y tiempo porque puede resultar pesado, sobre todo porque a lo mejor no os enterais de qué leches pasa si no llegáis al final.^^U. Reivindico con esta historia el papel del verdadero Héroe.

-------------------------La Encerrona------------------------------


Lava, calor sofocante en la herida de la tierra. La piedra de lava cómodamente apoyada en una cornisa sobre la orilla rebosante de lava, salpicada mágicamente de chispazos dorados. Cualquier incursión a tan corta distancia acabaría con la incineración del atrevido. Shaard se dispuso a salir del volcán en busca de herramientas, mas a poco alcanzó la entrada lo asombraron posicionados y bien pertrechados tres filas de nativos formando una férrea barrera alrededor del horadado de la pared.

Presto informó a sus amigos elfos que seguían discutiendo en el interior la forma de alcanzar las rocas. Sedinel investigó y corroboró la información. Un encantamiento hizo llegar en lengua común la voz amplificada del chaman que guiaba a los nativos “devolvednos a los guías… y no habrá muerte”

El angosto pasillo inicial daba a una sala amplia una perfecta ratonera donde acabar con los enemigos uno a uno. El trío se plantó pacientemente en esa sala a pensar una solución…



Allá donde se hallaban apresadas las mascotass acudió y las arrastró a la entrada. Los nativos parecieron contentos al verles, esperando obtener lo que pedían.

No fue aquello lo que consiguieron.

El primero de los presos, labio partido tras un puñetazo y aun sonriente miraba desafiante a su captor. De repente, surgió un cuchillo de algún sitio, brilló la hoja al sol y se deslizó rápida cortando el aire.



Sangre.

Un ahogado sonido y sangre a borbotones, apenas unas convulsiones atacaron al cuerpo del tullido nativo poco antes de desparramarse en el suelo como un pellejo de vino rajado.

Impactados por la imagen no acudieron a cumplir la orden del chamán que resonó airada en el aire al tiempocon la presteza adecuada. La descarga de flechas llegó después de que el ejecutor se hubiera escabullido por el tunel.



-¡Muerte quieren muerte tendrán!

Exclamó el gigante adentrado en la sala.

-¡Qué has hecho! –exclamó alarmado Sédinel.

-Has obrado imprudentemente, Shaard. –reprendió el paladín.

-Mejor represalias que no amenazas, ¡tomad armás rápido!



Silencio sin embargo, premonitor de la tragedia fue lo unico a lo que combatir durante varios minutos.

-¡Unjumm! -Quebró el ambiente un rugido grave. Unos cánticos se elevaron en el aire cada vez más profundos y rítmicos. Las pisadas aproximandose se convirtieron en la música de la caverna, ansiada y temida, ponía fin a la angustiosa calma.



El primero no se hizo esperar, cargando con su espada de hueso atravesó la cueva demasiado rápido como para detenerlo, cargó contra Quarion, quien hizo buen uso de su escudo, Shaard retuvo unos instantes a un segundo que se aventuró presa de una muerte rápida y la espada larga de Sédinel dio cuenta de un tercero. Dominaban la situación, en inferioridad numérica pero superiores en táctica, estrategia y valor. Dejaban pasar a quienes ellos querían y se cerraban para bloquear la entrada cuando necesitaban descansar. En un momento, retenidos bajo el inexpugnable escudo de Quarion un osado acertó a lanzar un par de dardos, el prinero pasó sobre el elfo y el segundo acertó a un compañero, librando de un problema a la compañía.

Todo iba bien hasta que de repente un atronador sonido retumbó en lo profundo de la cueva.



-¡La trampilla! –gritó Sedinel.

-¡Enséñame donde está! –pidió Shaard en el clamor de los nativos que se apretaban para superar la fuerza del bloqueo del elfo.

-Sígueme

Dieron a una sala, no esperaban lo que encontraron allí, una aberración de forma humanoide, tan grande como Shaard, y de piel biscosa y amarillenta que avanzaba lentamente hacia ellos.

-Ve con Quarion! Yo ocupo de él –Gritó imperioso Shaard. Sédinel acudió en ayuda de su compañero. El ser no rezumaba habilidad, pero de cada impacto fallido hacía trizas los alrededores, muebles que se convertían en astillas o rocas que se consumían en polvo. Shaard hubo de poner especial cuidado en que no le acertase mientras contraatacaba.

Por su parte Sédinel acertó a menguar las fuerzas enemigas por los recovecos que dejaba el escudo de Quarion.

-Voy a retroceder para acabar de una vez, estás preparado?

-De acuerdo!



Quarion retrocedió de golpe y varios nativos cayeron en el suelo al ceder la presión inesperadamente. Sédinel apuró y se aseguró con su hoja de que no volvieran a levantarse, el paladín ensartó a uno en su espada y si a bien no llegó a esquivar el golpe furtivo de otro la herida recibida fue diez veces devuelta através de la bastarda. A penas tres soldados quedaban en el pasillo, soltaron sus lanzas y se escabulleron.



-Venid Aquí! –gritó Quarion.-Parece que tendré que seguirles.

El paladín tomó sus armas bien portadas y salió a paso lento de la caverna, fuera lo esperaban dos figuras altas, un guerrero ataviado con las antiguas ropas de Sédinel y el chaman, advirtió tras él a los tres nativos agazapados. El guerrero que portaba la espada de sédinel avanzó, Quarion respondió. El duelo comenzó cuando el nativo lanzó su espada directa hacia la cabeza del paladín. Esquiva, finta y golpe certero, la armadura de Sédinel no fue suficiente contra la pericia y la fuerza del elfo, el combate siguió así, poco a poco las heridas que recibía el guerrero iban mermando su fuerza, hasta que finalmente dio con sus huesos en la tierra exháusto y desangrándose.



En el interior de la cueva Shaard había logrado cercenar el brazo derecho de la criatura y ésta se revolvía más furiosa a cada golpe.



Sédinel escuchó un estruendo en la sala donde Shaard estaba librando el combate, acudió en su ayuda. La figura enorme y sudorosa se mantenía apoyada en el gran hacha. A sus pies el cuerpo sin cabeza, sin brazo, y sin vida, de la criatura amarillenta.

-Estás bien Shaard?

Shaard, lo miró con los ojos fuera de sus órbitas y las venas de la cara latentes. De repente los ojos volvieron a la normalidad y se dejó caer en el suelo respidando a bocanadas profundas y rápidas. Sonrió Satisfecho.



Se levantó y fue con Sédinel a contemplar el combate del paladín, pero para cuando llegaron a las afueras solo quedaba el chamán. El chamán, viendose derrotado ante la fuerza de los guerreros, abrió la boca y dijo:

-El pueblo es vuest…



…De repente Shaard salió de su ensimismamiento y se dio cuenta de que Quarion llevaba tras de sí a los dos nativos capturados, había estado divagando de nuevo sin darse cuenta. Maldijo para sí, pero ya no iban a echarse atrás.



El intercambio se hizo sin incidentes. Los guías fueron devueltos y los nativos marcharon en paz.

Consiguieron coger la piedra del volcán improvisando una reforzada cesta de materiales, cuanto menos, curiosos. Al día siguiente y con la piedra en su poder emprendieron el camino hacia la costa norte, donde Owen al recibir lo que pidió les ayudaría a salir de la que ya llevaba siendo un agobiante centro de recreo bárbaro varias semanas.



Millas a lo lejos, en el bosque, un enorme ser de dos cabezas del que días atrás huyera la compañía buscaba a sus subordinados para la empresa de buscar algo… o a alguien.

----------------------------------------------------------------------

LA SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA.



Seguían caminando. La conversación animada que mantenían el gigante y el paladín sobre cuestiones de fe se había ido apagando sobre la marcha, horas interminables de caminata a paso ligero bajo el sol mermaban cualquier tipo de conversación.

La adelantada figura de Sédinel se acercó a ellos.

-Quizás sea remolino tierra. –murmuró Shaard.

-Allí, a unos 600 pies por delante he visto a la criatura bicéfala de la que tuvimos que huir, no sólo eso. Iba acompañada de dos trolls y parecía que les daba unas órdenes. Han salido en direcciones distintas, parece que buscan algo.

No a mucho llegaron el ruido estrepitoso de pisadas poco delicadas entre la maleza. Reaccionando al unísono, los tres se escondieron a la vez en el mismo sitio, mimetizándose perfectamente con la naturaleza. El troll pasó cerca de ellos pero siguió su camino sin percibir su presencia.

-Ahora –murmuró Shaard tanteando a sus amigos. Sénidel no hizo nada y el paladín no parecía resuelto a actuar. Shaard no perdió el tiempo, salió de su escondite hacha en alza y se dirigió a la criatura para asestarle un certero tajo en el brazo. El troll respondió haciendo uso de todas sus armas naturales. Quarion vigiló los alrededores y Sédinel tomó posiciones para meterse en un futuro en la lucha. No a bien la batalla no había terminado cuando apareció la criatura bicéfala avanzando directamente hacia el duo de Quarion y el clérigo, blandiendo sus armas. Quarion respondió, emprendiendo la carrera hacia la carga enfrentada que mediría sus fuerzas.

La maleza se retorció bajo los pies de la criatura mientras las zancadas del elfo apenas levantaban polvo, las ramas se rompían en un chisporroteo ante ambas moles, la de hierro y la de carne.

El impacto resonó cientos de metros a la redonda, los árboles se estremecieron. La sorpresa fue del bicéfalo cuando la determinación y potencia de una criatura varias veces más menuda y pequeña que él lo hizo retroceder y perder el equilibrio, tropezándose y cayendo de culo. La criatura enloqueció y arremetió furiosa y humillada contra Quarion, a buen uso del escudo resistió como pudo los ataques del ser, Shaard no tardó en acudir en su ayuda, flanqueando al enemigo, su tarea no fue más que la de un leñador que intenta talar una secuoya, poderosos hachazos que consiguieron cercenar el brazo derecho del ser y cortarle seriamente el cuello de una de sus cabezas no consiguieron derribarla. Las ocasionales estocadas de Quarion, que ponía su empeño en la defensa, cada vez más exhausto y el apoyo a distancia de Sédinel que clavaba sus flechas con dureza tampoco lograron dar con la muerte de la criatura.

Viendose desesperado, el paladín retrocedió malherido para intentar curarse al tiempo que el segundo troll llegaba para para apoyar al manco. La situación empezaba a ponerse fea, Quarion necesitaba curarse, contaba con Sédinel cubriéndole. Shaard comenzaba a recibir heridas del Troll, obcecado aún en derrotar a la criatura que no cejaba en dar muerte a su compañero.

La furia, la fuerza, el grito fue desgarrador, tanto como el tajo que se abrió en el costado de la criatura cuando el hacha de un nuevo ataque cortó su hígado como si fuera papel.

El ser, agonizante y ahogado en babas retumbó contra el suelo, ya sin vida. Las fuerzas volverían a concentrarse en un solo enemigo. El último troll, más grande que el gigante pero no más hábil que él. Su brazo cayó bajo una de las técnicas favoritas del bárbaro y su cuerpo tuvo el mismo fin poco después, ya ganada la lucha, aún se aseguró de despegar la cabeza de la criatura con un golpe ejecutor. Quarion quemó los cuerpos.



Criaturas incivilizadas pero dignos adversarios, un combatiente nunca olvida el respeto por la lucha...

Está muy bien Ixel, sólo que de la primera parte hay cosas que no recuerdo, pero está muy bien

que es lo que no recuerdas de la primera parte, a ver si me lo he inventado que a mi tb se me olvida.

No pasa nada Ixel, igual me he equivocado yo.

Buena narración

No es que te olvides de cosas DakRom, es que la mitad de la primera parte es un producto de la mente de Shaard, de manera que ninguno de nosotros dos conocíamos ese momento de la historia. xDDD.
Ha sido una narración subjetiva.

Y muy buena por cierto, felicidades al escritor

Tan solo opinaría que creo que la tortuga y el caparazón que nos ayudó a conseguir las dichosas rocas se merecían un parrafito!! xDD

más insisto, el relato está bien.

Quarion escribió:

No es que te olvides de cosas DakRom, es que la mitad de la primera parte es un producto de la mente de Shaard, de manera que ninguno de nosotros dos conocíamos ese momento de la historia. xDDD.
Ha sido una narración subjetiva.

Quarion escribió:

Tan solo opinaría que creo que la tortuga y el caparazón que nos ayudó a conseguir las dichosas rocas se merecían un parrafito!! xDD

Cierto, merece algo, después de todo fue la que salvó la situación. :[bravo2]:

jajaja ponedlo vosotros que a mi me duele el corazón demasiado de habermela cargado, todavia recuerdo cariñosamente su mandíbula en mi brazo.
No básicamente que me apetecía narrar lucha, y quería poner un caso de lo que podría haber pasado si hubieramos atacado a los nativos.

Solo decir q la narracion esta muy bien, pero aun no han cojido al jodio unicornio??? Desde Junio? muevan el culo joer, XD